jueves, 3 de junio de 2010

Barcelona-Perpinya-Barcelona 2010, 29-30 Mayo

Bien, por fin llego el principal objetivo de la temporada, 4.00 am y primer despiste pues he quedado con Manuel a las 4.15 y me voy a quedar sin desayunar. Dicho y hecho Manuel como siempre puntual, tan solo le hago esperar 5 o 10 minutillos, vamos a buscar a los demás que nos esperan a la entrada del polígono del Pla de St Feliu a las 4.30, hoy todos bastante puntuales y nos dirigimos al velódromo para pasar el control de luces de las bicis, recoger dorsales y documentación. Todo en orden y nos dirigimos a sacar las bicis de los vehículos, cambiarnos de ropa y poder tomar la salida con todo preparado.

Sobre 180 participantes con ganas de pedalear, el ambiente es fantástico, muchos nos conocemos y por lo tanto entre charlas y saludos va pasando el tiempo, yo a la vez alterno con algún que otro carquiñoli del pequeño desayuno que ha preparado la federación para dar vidilla al estomago, atrás quedaron 5600 km acumulados desde que empezó el año, mucho frio en los huesos durante el invierno, días grises y nublados en los que el cuerpo solo te pide cama y algún que otro día de lluvia y nieve, las brevets clasificatorias llegaron y pasaron siendo toda una experiencia el 200 con prácticamente la totalidad del recorrido nevado y dándote la sensación de vivir en otro país, toda una experiencia que seguramente será irrepetible.

Tomamos la salida a las 6.15 por delante 606 km y 7200 metros de desnivel acumulado, para algunos de nosotros será nuestra tercera BPB, otros se estrenan en ella y otros incluso estrenan distancia, pero todos con la misma ilusión por vivir un máximo de 40 horas de intensas sensaciones compartidas.

Las brevets tienen fama de que la gente no corre mucho pero os aseguro que a veces no es así y al primer control situado en el km 96 se llego a una media de 32 km/h, si a eso le unes que el cuerpo está dormido y la temperatura no acompaña lo único que tienes ganas es de ir a tu rollo. Eso es lo que paso, ritmo alto, niebla y humedad por la zona de Cardedeu, incomodidad en el pedaleo, dolor lumbar, el peso del trasportín, etc, etc…


















El paso por St Celoni hizo que los compañeros de club de los amigos del St celoni nos acompañasen un buen rato para luego despedirse dirección al puerto del Angels, nosotros continuamos en busca del C2 y aproximadamente en el km 140 o 150 a la altura de Vilopriu Francesc rompió el pedal, el caso es que algunos de nosotros no nos enteramos hasta unos kilómetros después, siendo Carlitos y Xavi, además de los compañeros del St Celoni los que se quedaron con él, nosotros llegamos al C2 y poco después llegaron ellos sin Francesc que se quedo en el lugar del percance, en un primer lugar su intención fue la de abandonar pero posteriormente arreglo el pedal a base de dar muchas vueltas. En el control situado en el km 178 de Vilajuiga comimos el primer plato de ensalada de arroz y un sándwich, la verdad que este año el catering fue mucho más correcto que la anterior edición, los ciclistas van entrando y saliendo del polideportivo y nosotros nos vamos comunicando con Francesc, llevamos toda la semana preparando el tema y la situación se ha complicado a base de bien, son momentos en que no tienes claro cómo actuar, te ves en dos bandos, el de la gente con los que llevas tiempo haciendo estas rutas y el de tus compañeros del club, a cada uno le une un tipo de relación con los demás, la mía es la de un sentimiento de compañerismo hacia Francesc y mi “Avi”, pues como digo llevamos tiempo haciendo estas cosas y este es el primer año que coincido con el encima de la bici, el me ayudo hace tres años allí por Lleida cuando mis rodillas petaron debajo de la lluvia y me subió al coche, entonces había menos relación y los últimos años era el coche de apoyo, el año pasado en la Madrid-Gijón-Madrid fue nuestro acompañamiento durante todo el recorrido en el que hubo momentos muy limites, al borde de la retirada y estuvo allí. El caso es que llevado por sus palabras de que continuásemos porque el tenia para largo continuamos ruta, se quedaron su padre, Josep María Pla y Pedro a esperarlo, la idea era intentar unirnos en el C5 de Maçanet de Cabrenys en el km 335, a la hora de la ducha pues allí teníamos las mochilas de apoyo para pasar la noche, nos comunicaríamos durante el recorrido a base de teléfono.

El camino entre el C2 y C3 nos llevo por uno de los parajes más bonitos de playa que recuerdo últimamente pasando por Llança, Portbou, Coll de Balistres, Banyuls, esperándome unas poblaciones francesas en decadencia pero que me sorprendieron por lo cuidadas en que se encuentran, el ambiente típico de las poblaciones marineras nos alegraban el paso de los kilómetros, todo un acierto por parte de la organización esta parte del recorrido, al paso por Banyuls José Carlos pincha y tras arreglar el pinchazo vuelve a pichar al tratar de inflar, retraso de 20 minutillos que aprovechamos para hacer fotos y disfrutar de la brisa marina, el sol aprieta y vemos pasar numerosos grupitos de participantes, finalmente reanudamos la marcha en el momento en que Xavi Odena, Maymo y Tirapu pasan delante nuestro, con ellos continuamos a buen ritmo dirección al C3 de St Cyprien, km 240. Allí pequeño percance entre José Carlos y yo al girarse de golpe al pasarse una señal, el caso es que me como su rueda trasera saltando por encima del manillar de mi bici al estilo de los mozos de St Fermín saltando al foso sin llegar a caer al suelo ni yo ni la bici, y además sin romper ningún radio ni yo ni él, toda una suerte.

Volvemos a comer en un pabellón, Cuscús, embutido, queso, fruta y pastelitos en una mesa en la que conocemos a una pareja del Tribike, charla fácil con ellos y cada uno tomamos nuestros caminos cuando toca, salimos buscando el C4 de Amélie-les-Bains junto a Xavi Odena y amigos hasta que volvemos a pinchar, repeticion de lo anterior, pinchazo doble y nos despedimos de ellos, la carretera busca el interior y el viento no perdona, el sol castiga con fuerza, además es el primer día de calor fuerte y eso pasa factura, la sed se apodera de nosotros, el liquido llega escaso al siguiente control y el cuerpo se deshidrata por dentro. Las horas van pasando y rozamos los 300 km, se huele la noche y falta poco para entrar en acción el festival nocturno, la hora bruja, las horas decisivas.

Comida perfecta en Amélie, hay de todo, bebida de todo tipo, pasta, arroz, queso, pate, barritas, chocolate, pastas secas, embutido etc, etc..

Salimos buscando el puerto más largo del recorrido, Costoja, cada uno pone su ritmo y nosotros el que marca Xavi Boronat, una apisonadora de sensaciones ajenas, una bestia escaladora que convierte las ruedas tuyas en un rodillo de hormigón que hace pesar la bici, las piernas se funden al rojo vivo y por la boca salen un sinfín de jpieufyberytf9yu, cabron no tires tanto, pero el caso es que nos encontramos bien y lo seguimos, sesión de masoquismo y Luis Recuenco, un agregado del Triatlón Prat nos habla de vampirismo y nos induce a probar la sangre, lo que faltaba por oír, je je. El caso es que coronamos el puerto a escasa media hora de luz, nos tapamos para la bajada hasta Maçanet, el paraje impresiona, nunca se me olvida y es la tercera vez ya, el alcornoque se hace dueño de las alturas y entre bajadas y repechos llegamos al dichoso pueblo, quien lo diría que este paraje esconde semejante pueblo, esta vez lo cruzamos para buscar el local social del club BTT senglanassus, pueblo de un rustico precioso, acompaña a tomar una cervecita en alguna de sus terrazas mientras el fresquito de la noche te envuelve.

Cena, ducha, pues allí están nuestras mochilas, fieles, puntuales, esperando que la ropa limpia nos acaricie, recambio de sensaciones, allí esta Ramón Millán otro estupendo ultrafondista de St Vicenç del Horts y sus colegas que dormirán un rato, contacto con el caldo caliente y pechuga de pollo empanada en un banco de la casona, llamadas a Francesc pero la noche lo envuelve todo, ellos como mínimo deben estar en Amelie o empezando a subir, el caso es que no responde y continuamos marcha abajo ataviados con equipo de noche, buscamos el C6 de Banyoles km 396, sin pena ni gloria vamos haciendo camino, llegamos a Banyoles, el ambiente empieza a cambiar, es la hora bruja, la hora del sueño, el cansancio se apodera de la gente y dormitan como los peces, un ojo abierto y otro cerrado, conozco las sensaciones y las bicis enfrían ruedas en los pasillos del polideportivo, comemos otra vez, el estomago no tiene fin y la pereza es infinita, el frio se siente cada vez mas y el cuerpo se estremece como las piedras del desierto, el calor del día y el frio de la noche dilata los músculos y el cuerpo pide dormir.

Pero continuamos, esta vez con más compañía, la pareja de Tribike se une para pasar la noche con nosotros, Jaume y Silvia, un orgullo que alguna vez podamos compartir km con una chica, y si además es de trato fácil mejor que mejor, el caso es que se integran fácil al grupo y los kilómetros suben buscando St Esteve d´en Bas, José Carlos empieza a notar el calor del día y su deshidratación pues es de piel blanca y le afecta el calor, el caso es que nota el cansancio y parara a dormir un ratillo en el C7, un par de horas, nosotros nuevamente comemos nos sé que, el cuerpo lleva 20 horas de digestión y volatiliza todo lo que entra en cuestión de minutos, el tiempo en pasar de la pájara al voy como un tiro, todo ello en una carpa a pie de carretera, el café y el caldo caliente estremecen el cuerpo que pide una manta, Silvia es la única que va el Coullotte corto y ve como el frio se hace amigo de ella.

Salimos en busca del Coll de Condreu , cada uno sube a su rollo o en pequeños grupos separados por escaso tiempo pues aunque parezca que vas mucho mejor que el que está por debajo la distancia es corta y la velocidad de crucero escasa, a nuestra izquierda se adivina el amanecer que quiere llegar, coronamos y nos tapamos un poco, la bajada será larga y fría, llevo cubreorejas, braga y paso un frio del demonio, los kilómetros y el cansancio pasan factura, Tabertet, Rupit nos saludan camino de Folgueroles, la niebla nos envuelve y retrasa la salida del día, cazamos algún cadáver sobre ruedas y la mandíbula tiembla, un repecho cabron nos lleva a folgueroles, mas pasta, café, caldo, WC y Xavi deletrea la palabra T-A-X-I “taxi”, mi-casa, Silvia palidece de frio y yo retraso mi metabolismo de funcionamiento al 40%, luz roja, sueño, los compañeros me meten prisa y me dicen lento.

Ciento veinte kilómetros por delante, tres puertos y un punto emotivo de ver el final, recorrido familiar y alegría de un nuevo día, Calders, bonito pueblo, bonita tierra, bonita Catalunya, diversidad de paisajes y regocijo de pupilas, cruzamos diversos grupos de ciclistas de domingo y buscamos el coll de Lligabosses, Xavi y Manuel acupunturan nuestras piernas y almas desencajadas, pero el masoquismo es amigo nuestro y seguimos hasta el límite. José, padre de Carlitos está arriba, fiel a la BPB, es la tercera en su compañía aunque esta con poquitos km, solo al principio y al final, bendito bigote, su cámara de fotos nos remata nuestros rostros a ráfagas , pero nadie pierde comba, poca distancia arriba y todos queremos llegar, no mas agonía.


Castellar del Valles, Polinyà, Ripollet, guía de lujo, Pere Rossinyol ha marcado esa parte del recorrido y va con nosotros, llegada a Senmenat, su hijo nos acompaña en este sin fin de cruces hasta el ultimo viacrucis, "valquiria", el cuerpo se revela y “queremos llegar”, Xavi otra vez Xavi nos castiga con su ritmo feroz, el me puso las pilas allá por semana santa y él me las quitara hoy, reagrupamiento en el alto del forat del vent y todos juntos llegada al velódromo con 31 horas, con sorpresa de dar una vuelta al velódromo, seguro que alguna lagrima se escapo a alguno de la emoción , de un trabajo que cuesta tanto sudor, prueba y reto superado.

El fin de fiesta se vio castigado por la rotura de la luna de la furgo de Manuel para robar un maillot que lucirá algún despreciable globero, porque ese es el nombre que se merece.

En breve llego José Carlos que solo o en pequeña compañía compenso su tiempo durmiendo con menos paradas que nosotros en la última parte del recorrido.

Al final pequeño homenaje al “Avi” Garcia por ser el "mas Grande" de los breveteros.

A Francesc pedirle disculpas por si se sintio mal en esta encrucijada de malas decisiones por nuestra parte.

Y agradecer el apoyo de todos, de Carlitos que esta es la tercera y podrás lucir el maillot por fin, de Manuel y Xavi por sacarme los ojos tantas veces, de José Carlos por la compañía hacia la Paris-Brest-Paris 2011, a los St Celoni, y a todos los que se interesaron un poquito por el tema sean ciclistas o no pues ellos también contribuyen a que seamos un poco más felices y nos suba la autoestima, a José y su bigote por acompañarnos otra vez, a la Federación por inventarse esta pedazo de marcha y además organizarla tan bien, y como no al alma de la fiesta, los ciclistas, los compañeros de viaje y a todos lo que me olvido que seguro fueron importantes.






La entrada de este año fue con la vuelta de honor al velodromo.










El grupo final en el interior del velodromo








En Breve colgare las fotos

4 comentarios:

eme dijo...

Felicidades por la BPB. Leido así invita a probar y envenenarse. La vamos a dejar en asuntos pendientes de momento.

Luis Recuenco dijo...

Felicidades amigos. Fue un lujazo conoceros y compartir momentos intensos con todos vosotros.

Esta prueba ya la tengo tatuada en el cerebro.

Con vuestro permiso os he linkado en mi blog y así os tengo más controlados.

Un fuerte abrazo.

PD: Me encanta el sabor a plomo de la sangre

Anónimo dijo...

Manuel: Para mi ha sido una experiencia inolvidable. La guardo como un recuerdo muy especial, al igual que mi primera participación en una marcha o la QH (Bueno aunque todo esto fue el año pasado). El lunes ya pensba en la proxima BPB o en el proximo año para la Paris-Brest no se realmente en las que podré participar pero siempre que sea en compañia de mis amigos y compañeros de club estoy seguro que terminaré con la misma ilusión.. Un saludo y un abrazo para todos.

ruben garcia dijo...

Jaime
Paz y Gloria

Francesc