domingo, 15 de junio de 2008

Barcelona-Perpinya-Barcelona 2008


El pasado 24 de Mayo nos dimos cita en el velódromo de horta 3 ciclistas del club Carlos Garcia, Emilio Lorenzo y Jaime Sanz y un coche de apoyo, José, el padre de Carlos seria el responsable de la asistencia igual que hace dos años, con el fin de hacer la BPB 2008, por delante 40 de horas de limite para completar los 614 km , el fin de semana no pintaba bien, se preveían lluvias y por lo tanto en mi cabeza había ciertos miedos, el primero que la lluvia estuviese presente muchas horas y sobre todo por la noche, el estrés de estar pendiente de no caerse o de seguir al grupo en mojado me preocupaba bastante, el segundo la bajada de Pinós, pues en bajada y con lluvia, el fuerte porcentaje podría ser peligroso.
En el velódromo encontramos los habituales compañeros de Brevets, incluso alguno por sorpresa que no esperábamos, los habituales trámites dan paso a la preparación de la bici, y el posicionamiento en línea de salida, hasta aquí igual que cualquier marcha.
La salida se da con algún tiempo de retraso por falta del coche de policía que nos haría de escolta los primeros kilómetros, unos vidrios en la ronda del velódromo sirve a Alex Maymó para pinchar cuando no llevaba ni un kilometro, callejeamos por los alrededores del velódromo y subimos el coll de ventosa para bajar hasta Ripollet, la bajada es peligrosa y el suelo ya esta mojado, me pasa muchísima gente y el grupo delantero no lo volveremos a ver hasta Prat de Lluçanès, km 95, cuando nosotros llegamos ellos se van, Emilio y Carlos se lo toman con calma pero lo cierto es que tanta precaución nos ha retrasado muchísimas posiciones, aunque no importa demasiado pues hay kilómetros de sobra para encontrar nuestra posición.
Empezamos a encontrar a algunos compañeros mas por Castellar del Valles, el terreno se vuelve ascendente y subimos el Coll de Lligabosses, aquí empieza la tan temida lluvia, en pocos minutos quedamos totalmente empapados, 1 km antes de coronar encontramos en el arcén el coche de Françesc, el hijo de José Garcia ( Club Ciclista St Celoni) que nos dice que tanto su padre como Josep Maria del mismo club acaban de coronar y nos están esperando. La bajada dirección Calders la hacemos con muchísima precaución, ya habrá tiempo de tomar confianza con el agua si esta continua, una caída ahora seria un fracaso.
En la subida del repecho de Calders ya somos un grupo muy amplio y a poco mas de 500 metros hay otro grupo mas, todos hablan con todos y en el pelotón la conversación no tiene dueño, a pesar de la lluvia que ha parado en ese momento hay optimismo.
Dirección Avinyó suenan los móviles pues las familias están preocupadas por la lluvia, ahora el recorrido lo conocemos pues lo hicimos en el Brevet 200, llegamos a Prat de Lluçanès, allí hay el primer control, según llegamos se va el primer grupo, comemos aunque no invita demasiado, para mi solo me entra los plátanos y el liquido, salimos dirección al colleta de St Agustí, ahora los grupos van y viene y compartimos charla con algunos vascos, de St Quirze de Besora hacia Camprodon los grupos son múltiples y de pocas unidades, el tiempo esta cerrado y amenazante y la autovía nos hace pequeños y indefensos, en Camprodon nos cae otro pequeño chubasco aunque este sin demasiada importancia y llegamos a buen ritmo incluso demasiado para los compañeros de St Celoni que hacen la goma en algún momento al Control 2 de Molló.
La parada de Molló es larga pues ya comemos caliente, los grupos van llegando en constante de goteo, aunque llevamos 168 km las distancias entre grupos son pequeñas pues el ritmo no es fuerte. Salimos dirección Coll d´Ares frontera francesa, según subimos la amenaza de lluvia esta presente, pero solo es eso, amenaza, coronamos y empezamos la bajada, el piso es rugoso y curveado, pastos y territorio alpino nos acompañan, incluso el sol sale y seca el terreno, la llegada al final del puerto es cerrada por bosque y nos enseña la máxima luz del día, nos quitamos perneras y manguitos, ya rondamos los 200 km, la bajada hasta Améli les Bains es un cañón de bajada para disfrutar de sus curvas abiertas a 50 km/hora, el sol mientras tanto nos acaba de secar del todo, en Le Pas du Loup, nos cruzamos con los primeros, ahora estamos entre los 35 o 40 primeros.
Llegada a Améli, control 3 y 211 km, avituallamiento típicamente francés, Monsieur y madames de sonrisas rosadas y amplias, orangina francesa y sirope de menta (buenísimo por cierto ) me entran ganas de llevármelo en el bidón, el solido escasea, galletas y pasas.
Salimos dirección Le Pas du Loup para subir hacia el puerto de Costoja, nos cruzamos muchos grupos, Cesar Riera (mecánico tanden molins) va solo hacia el C3, la subida la conocemos, larga, bonita y muy muy verde, un bosque precioso, el grupo que empieza es de 10 unidades aprox pero arriba llegamos solo nosotros 3, aunque esperamos a los St Celoni y alguno mas que están cerca.
La bajada a Maçanet de Cabrenys es fuerte, el paraje impresiona, no hay nada y la carretera se pierde entre fuertes bajadas e imponentes bosques de encinas y robles jóvenes.
La entrada al C4 de Maçanet es difícil de encontrar si no es por el de la banderita, en el albergue comida caliente, bandejas de Pollo y Arroz de plástico, aunque no invita demasiado a comérselo hay que hacerlo si queremos llegar a meta. El fotógrafo de Pedalier nos hace fotos y nos dice que saldrá un reportaje en la próxima revista, luego nos acompañara un rato en el coche.
Rodamos dirección al Pantano de Boadella y disfrutamos del paisaje que no vimos hace dos años, pues aquí ya era negra noche, el tiempo es bueno y el grupo de aproximadamente 15 unidades, algún vasco fuerte castiga a sus amigos y digo castiga por ser palabras de algunos de ellos que luego en Olot estará apunto de pedir una ambulancia.
La llegada al C5 de Banyoles, km 313, se hace a buen ritmo y mejor estado de animo, aunque su entrada da pie a comentarios de cómo seria la Paris- Roubaix por los adoquines, las fotos se suceden por mi parte, algunos en previsión de la noche ya hemos empezado a tomar cafés de dos en dos y otras drogas de curso legal.
Salimos del control y el sol va cayendo, ahora el antiguo recorrido de Terra de Remençes nos lleva dirección Olot. Mieres nos saluda con luces anaranjadas y el fresco de la tarde nos acerca hacia la tan ansiada ducha de Olot, los kilómetros empiezan a pasar muy lentos, en Santa Pau ya es de noche y subimos el alto de St Lluçia con luces, yo he tenido un percance con la luz fija de la bici que se me ha caído al suelo por no ponerla bien y se ha desmontado entera, Françesc me la ha cogido y me la ha montado dentro del coche, sus noticias sobre su estado me animan bastante pues solo con el frontal toda la noche seria poca luz.
Llegamos al control 6 de Olot con 346 km y unas ganas locas de hacer una parada larga para ducharnos, cambiarnos de ropa de invierno para pasar la noche y cenar como dios manda, el Catalunya- Argentina da paso Chiqui Chiqui que perrea en la tele, los mensajes de animo del móvil de los compañeros y las llamadas de la familia se suceden pero es momento de marchar y el “ Avi Garcia” grita Vamossss como un Ordieres cualquiera, estos dos harían buenas migas encima de la bici, otra cosa seria fuera de ella, el infierno de la BPB esta apunto de empezar, es la hora de la verdad, de los sueños, los problemas los cambios de estado de ánimos y los cambios del cuerpo, el desgate corporal, el frio, en definitiva la cabeza lo es todo y ahora es cuando se tiene que esforzar de verdad.
La salida se hace entre rotondas y polígonos industriales hacia los puertos de Capsacosta, poco antes del desvió empieza a llover y una pequeña niebla nos envuelve. En la subida solo la luz de alguna masía nos hace ver que estamos cuerdos, el ronroneo de la primera y la segunda marcha de los dos coches de apoyo nos acompaña a ratos delante y a ratos detrás, Emilio y yo nos adelantamos un poco y llegamos al final, yo paro por necesidades de evacuación por poca sudoración en la cima del puerto mientras ellos bajan dirección St Joan de la Abadesses, solo el coche me acompaña y de repente aparece una lucecita, en un primer momento pienso que es un OCNI, ¡ no ! , no esta mal escrito, Objeto Ciclista No Identificado, es el llanero solitario del PC Barbera, que se para unos metros mas adelante para disimular que le falla algo en la bici, pero lo único que busca realmente es mi compañía y las luces del coche de José, me siento querido aunque solo sea por interés y no sea mi tipo.
Al final de la bajada el grupo me esta esperando a mi y al OCNI, y perreamos dirección Ripoll, se me acerca Carlos y me dice que se duerme y que piensa en la retirada, no tengo muy claro como animarle, son decisiones difíciles, hablo con algunos de los componentes del grupo para aflojar el ritmo para recuperar a Carlitos, pero a lo mejor es peor, el terreno es llano y recto y invita a dormirse, en Ripoll haremos una parada mas larga para que descanse un poco sentado.
Las luces fantasmas de Ripoll en medio de la niebla nos saludan y en el C7 son ya 388 km de Hoja de ruta, pero en los cuentakilómetros el desfase es superior, creo que habrá propina, como si la salida la hubiese hecho Emilio, siempre le salen más kilómetros.
En el pabellón reina el silencio y el desorden y los familiares te miran sin hablar, la gente dormita en los pasillos como los peces, un ojo abierto y otro cerrado, sentados y envueltos en mantas, todos buscamos sillas, engullo 4 sándwich de jamón y queso que riego con caldo caliente Aneto, busco comida solida con urgencia, cafés de dos en dos, tengo el estomago fatal y necesito pan, descansamos un poco mas, Carlos esta en hivernación y el "Aví "como el tío de los Fragel , de un lado para el otro. Fuera incluso José nota el sueño de tantas horas despierto conduciendo y acompañándonos, tiene paciencia y si no tuviese bigote y fuera una mujer seria para cogerle con las dos manos la cabeza y darle un beso en la boca empujando con fuerza, el tiempo se mantiene pero amenaza.
Salimos dirección Berga, el terreno es curveado y en continua subida, nos acercamos a las peores horas de la noche, entre las 2 AM y las 4 AM, las horas de mas sueño, hace frio y hay mucha humedad, la braga se sube hasta las orejas, hecho de menos el cubre-orejas que llevo en la mochila, Carlos pasa sus peores momentos, no consigue remontar el sueño, hemos pasado los 400 km y las 20 horas de pedaleo y todo suma, baja al coche a buscar unos Red Bull para ver si consigue continuar, uno, dos pero parece que es tarde, los demás no pasamos problemas, tan solo la tensión de tener que fijar la vista en la línea media de la carretera crea dolor en las cejas y en la cubierta delantera para comprobar si el suelo esta mojado y tenemos que tomar precauciones en las bajadas que llegan ahora, el "Aví Garcia " y Josep Maria nos provoca estrés en la bajada, bajan rápido, sobre todo en mojado y eso nos obliga a tener que apretar en la subida, las fuerzas suben y bajan con mucha rapidez, depende de lo que hayas comido hace poco, llevamos gastadas sobre 10000 kcal.
Carlos al igual que Induráin en su Ultima vuelta a España sin decir nada se acerca al arcén y se baja de la bici, José para inmediatamente detrás, yo miro hacia detrás y veo que todo se ha acabado, lleva 420 km, me sabe realmente mal, nunca sabes que decisión hubiese sido la mejor, llegamos a Borreda y esperamos un momento a que venga el coche pero tarda y continuamos, ya nos alcanzara.
Pasamos Vilada y el pantano de la Baells, llegamos a Berga, nos hacen pasar dirección Solsona por la variante, mossos de escuadra en las rotondas controlan a los borrachos, nos miran, son las fiestas de la Patum, paran a Françesc pero al darse cuenta que es el coche de apoyo lo dejan continuar, el OCNI del PC Barbera que se adelanto en Ripoll mientras descansaba Carlos esta sentado en una rotonda, va solo y cambia las pilas para su linterna, de aquí al final ya ira solo, le quedan 200 km, ¡ un paseo!.
Llegamos al C8 de Cardona, esta apunto de amanecer, un par de horas y Carlos se hubiese salvado. Estamos solos en el pabellón, los dos últimos pasaron hace 45 minutos y los primeros hace un par o tres de horas, vamos los 18 y así continuaremos hasta el final.
Dos bandejas de arroz con setas y caldo caliente llenan mi estomago, ahora somos meros espectros que nos miramos en silencio mientras cada uno busca sus rutinas, comer, llenar bidones, buscar provisiones o ir al WC, el estomago es una amalgama gaseosa de desechos que transmiten molestias por todo el cuerpo.
Carlos y José aun no llegan, no los vemos desde Borreda, continuamos, la salida empieza dirección a Pinós, me siento grande, un gigante que podría llegar a cualquier sitio con sus piernas, se que ya nada me ara abandonar, incluso una caída y podría llegar con el culo al aire a la meta como en la pallaresa de hace dos años, despunta el día y llega la lluvia, de aquí al final los dioses se cebaran con nosotros, cada vez mas y mas y no tendrán compasión. Nos ponemos los chubasqueros, la subida de Pinos tan solo se intuye a 5 o 10 metros por delante, una luz en lo alto nos indica el final de la subida. El tan temido momento de la bajada se acerca, llueve y las venas de mis muñecas quieren explotar de mis manos, una curva, dos, tres poco a poco van dando paso a las rectas del final, cierro grupo y los St Celoni desaparecen de mi vista, tan solo veo a Emilio delante, al final no ha sido tan grave, tan solo el dolor de frenar a sido lo peor.
El final de la bajada dan paso a unos repechos y a unas bajadas, cogemos a los ST celoni en la subida, un Isard (cabra montes ) nos saluda dando cabriolas por un campo a pie de carretera y se nos cruza otra vez mas, como los delfines busca nuestra compañía, repechos y mas repechos nos llevan a Calaf, llueve y pasamos a Carlos y José que duermen en el coche a pie de carretera.
Buscamos la carretera de Prats de Rei e ironizamos sobre si subir por el parque eólico, ¡ dicho y hecho !, la mala leche nos empieza a invadir, solo queremos llegar, estamos groguis y solo la cabeza es consciente de que somos personas, lo demás funciona como un piloto automático, nada duele, solo el alma.
Llueve con fuerza, ni tan siquiera vemos los molinos de viento, me da igual me siento Don Quijote, me los comería si hiciese falta, nada me hará abandonar, aunque estoy pasando mucho frio, estamos empapados, la humedad se meten en los huesos, el agua lubrica las articulaciones y la bici, algún demente sube en coulotte corto, de todo hay en la viña del señor. Igualada, buscamos la subida a St Pere Sacarrera, C9, 555 km de cuentakilómetros.
Nos recibe una pista de tenis y una piscina semiabandonada, allí están Carlos y su Padre, el padre de Maymó nos da conversación, las caras de respeto de las personas del control reflejan nuestro alma como si de un espejo se tratase. Comemos, bocatas, macarrones, y descansamos, tenemos una mochila llena de ropa seca, y ni tan siquiera la miramos, tan solo guantes nuevos, ¿ para que, cuanto duraría seca?.
St Pere Riudebitlles, Gelida, nos dan paso, se palpa la mala leche que llevamos, nadie habla, ¡ somos zombis !, pasamos el rio Llobregat desde el polígono de St Andres hacia Rubí, se podría hacer rafting, no lo veía así hace años, las rieras bajan a tope, y empezamos a callejear por ST Cugat, Josep Maria pincha.
Cerdanyonla, a pie del Forat del Vent vuelve a pinchar Josep Maria, la agonía se alarga, ya pasamos de 600 km, de 10 o 16 km/hora es nuestra velocidad de crucero, nos acordamos de las familias del que diseño la marcha, que por cierto no tomo la salida aunque nos lo cruzamos en dirección St Pere Sacarrera por sentido contrario.
Acaba el puerto y la bajada nos pone más obstáculos, semillas de pinos nos barran el paso por millones, solo las roderas de los coches nos sirven de pasadizo.
Ya vemos el velódromo, allí esta Carlitos, José, Françesc y otros que ya han llegado, al final 31 horas 49 minutos, son aproximadamente las 14,30 horas.
Control de llegada, Fotos, ducha y comida serán las actividades siguientes, mientras tanto llega Josep Caserres del UC Vic y el PC Barbera, después los vascos que tendrán que conducir hasta sus localidades, otra tortura pues mañana han de trabajar.
Otra aventura para contar y una satisfacción para alimentar nuestra sed de kilómetros, un éxito a medias, mas que nada por Carlitos que es un tío grande, la siguiente será mas grande.
Un placer compartir esta aventura con Carlos, Emilio, Josep Garcia, Josep Maria, José y Françesc Garcia.
Jaime Sanz

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