jueves, 13 de mayo de 2010

Brevet 400, ¡ pudo ser un infierno!.

El primer Sábado de Mayo nos llevo al Brevet 400, 111 participantes reunidos por primera vez este año en el club dela Penya Ciclista Bonavista de Manresa, 6 de la mañana y mal panorama por delante, amenazaba lluvia durante el recorrido y sobre todo pirineo y prepirineo, se podía convertir en un infierno, pero nos quedaba alguna esperanza, cuando de pronto dos minutos antes de la salida empieza a llover, chubasqueros arriba y resignación, en esos momentos quieres no salir pero la Paris-Brest-Paris del año que viene bien vale el esfuerzo.

La salida busca la dirección de Odena y durante los primeros 25 kilómetros se convierten en un sinfín de paradas a poner y quitar el chubasquero, a arreglar los cuentakilómetros y problemas varios, vamos mal colocados y entramos en igualada para buscar el Coll de Goda, mas y mas subidas y pésimas sensaciones en el cuerpo, finalmente nos unimos a los St Celoni poco antes de St Coloma de Queralt y juntos llegamos al control de Guimera, km 80, allí nos reencontramos con mucha gente entre ellos , José Madrona del Cerdanyola que fue de los primeros compañeros con los que empezamos las brevets, fotos, avituallamiento, control , toilette y ándele palante.

Empezamos a rodar de nuevo y Xavi se percata de que falta José Carlos, bajamos el ritmo un instante pero no aparece, creemos que salió con alguien instantes antes, seguimos el camino para no perder el grupo, calma chicha, nadie tiene ganas de apretar y la monotonía se apodera del grupo, bastante numeroso por cierto, lo único que nos mantiene en tensión son los baches de la zona de Arbeca que parece un campo de minas. Nos acercamos a Lleida y el ritmo se levanta un poco más, el cielo aparece nublado y gris, charlando con mi “Avi” me comenta que esa semana cayo entrenando y va dolorido y magullado, pero hay esta 72 tacos e incombustible.

Algún nativo de Lleida nos guía en el paso por la ciudad de manera magistral, y buscamos la carretera de Binefar, allí el ritmo y los relevos se incrementan y nosotros empezamos a trabajar un poco más, Francesc y yo empezamos a pactar la comida y acordamos llamar al restaurante de Benabarre al llegar a Binefar, no antes de charlar con los de Granollers, mesa para 12 para el kilometro 227, pero el hambre aprieta y en Binefar, km 172 paramos en la gasolinera a comer Bonis, Coca-Colas y todo lo que se ponga por delante, cabe decir que al parar hay desbandada y la gente pierde la palabra por lo que la mesa queda reservada pero para nosotros, los St Celoni y dos chicos de castellbisbal. Continuamos hacia Estadilla donde hay control, el paisaje se vuelve cada vez más bonito, campos de cereal y amapolas entre suaves subidas alternadas con descansos, cada uno pone su limitador de velocidad en función de sus fuerzas y entre charlas llegamos a Estadilla, allí cogemos de nuevo a los de la desbandada.

Un último esfuerzo nos llevara por la general camino de Benabarre, cruzando por un desfiladero lleno de túneles, carretera realmente bonita y dejando el pantano de Graus a nuestra izquierda nos acercamos a la última subida, los truenos y relámpagos revientan a nuestras espaldas, con un poco de suerte comeremos secos.

Efectivamente, cinco minutos después de llegar el cielo revienta a llorar y las bicis piden tregua bajo techo, en poco rato llegara más gente y el comedor por suerte solo se inunda de ciclistas, el menú, macarrones, lomo, pescado, pollo etc, et

Pero no para de llover y hay que moverse, afuera nos espera una buena ducha y mayor resignación, así será durante 20 km, hasta que poco a poco aparece el sol y empieza la operación secado. Llegamos a Alfarras y giramos dirección Balaguer, en poco rato aparecen y desaparecen varios grupos de ciclistas de la Brevet , entre ellos Alex Maymo de Molins de Rei, y Isidro pincha, tras solventar la avería continuamos, las sensaciones buenas van creciendo y si el tiempo lo permite se espera un final apoteósico, en la subida a Cubells aumentan las buenas sensaciones para mí y en la bajada Josep María hace unas fotos del atardecer ciclista fantásticas, y llegamos a Pons con variedad de sensaciones, tantas como ciclistas, pero el bocata no lo perdonamos ninguno, el movimiento de intendencia en las bicis es importante, luces, ropa para la noche, reflectantes y los ánimos de ver Manresa a solo 75 kilómetros.

Arrancamos con un horizonte cada vez más negro, la noche y las nubes se alían para ponerlo difícil, la vista se vuelve débil pero las fuerzas están renovadas con el bocata recién comido, a la altura de Sanaüja un compañero del Granollers se come el bordillo de una rotonda y cae, paramos a ver que le ha pasado y se pone a llover con fuerza de nuevo, chubasqueros otra vez, y camino y manta, yo paro a esconder en la mochila la cámara de fotos para que no se moje y me quedo solo, paliza hasta Tora para pillar al grupo que va ciego y sordo, cada uno en su mundo solo mira hacia delante, la noche, la lluvia y el cansancio invita a la meditación propia. La llegada a Calaf siempre da la sensación de pasar por un pueblo fantasma pero que a la vez reconforta pues ves vida de nuevo tras la oscuridad de la noche en la carretera, un pequeño esfuerzo más, entre repechos llegamos a la bajada final, la gente se comporta y se vuelve cauta pues el suelo esta mojado aunque ya no llueve, tan solo alguna gotas nos acompañan y llegamos a Manresa sobre las 23.30 horas y como casi siempre haciendo una pequeña excursión por la ciudad para encontrar el dichoso club.

Crónica dedicada a Josep María Pla por sus ánimos para que vuelva a escribir, yo también leo las tuyas compañero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Manuel: Yo también me alegro de volver a poder leer las cronicas de nuestras andanzas ciclistas.
Se agradece Jaime.
Por cierto si seguimos un orden, la proxima sera la BPB 2010. :)
Un saludo

JOSEP MARIA PLA dijo...

Muchas gracias por la dedicación Jaime, esto ya es otra cosa, la página tiene vida y supongo que el Club también lo agradece.

Salut